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Periodista: Lic.Jonathan Donag

Periodista: Lic.Jonathan Donag

miércoles, 30 de junio de 2010

Pasión de Norte a Sur


 Pasión de Norte a Sur


Muchos son los hechos que ocurrieron en este último tiempo y que a todos los argentinos nos hacen replantear cuestiones que tienen que ver con nuestra identidad y nuestra cultura popular. Festejos, encuentros y emoción a flor de piel a causa de manifestaciones que unen a diversos argentinos de norte a sur.

Es cierto, que un mundial de futbol no sólo puede unir a empleados de una empresa, a los amigos y a muchas familias sino que también conecta a diferentes generaciones a través de una simple pelota que entra en un arco.

No obstante, la pasión del “mundial” mantiene vivo un significado bastante particular y reflexivo.

La socióloga y escritora Beatriz Sarlo considera que las pasiones son como sentimientos unilaterales, con tendencia a hegemonizar todas las regiones del alma, y sobre todo a subordinar el juicio moral de cada persona.

Sin embargo, la pasión que despierta el mundial no es para muchos una pasión de futbol sino por la derrota o la victoria de una Nacionalidad.

El mundial une pero a la vez divide a la sociedad a un sector que “ignora” la pasión popular y huye del festejo para repudiar contra las papeleras y reprimir la liberación de una ruta internacional que une dos Naciones. Por otro lado, en el Senado de la Nación aún se sigue discutiendo la posibilidad de que dos personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio y entre otras cosas, tengan la posibilidad de adoptar niños.

El Gobierno Nacional niega que hayan existido negociaciones y estrategias económicas con Venezuela y se libera de toda posibilidad que haya manejado el fideicomiso del país caribeño.

¿Cuál es el verdadero objetivo del Mundial de Futbol? Divertir o tapar partes de la realidad con cuestiones que realmente nos afectan a muchos.

Mientras tanto, somos conscientes que por la emoción, por sentirnos argentinos y que por el “disfrutar” de un festejo cultural damos la vida por algo simbólico y superficial “un juego”.

Ese juego une y está haciendo que muchos de los argentinos recuperen de a poco su pasión por los símbolos patrios, por la motivación de llevar una escarapela en su pecho o de colgar un pedazo de trapo en su ventana. Por su puesto, que es mucho más que un pedazo de trapo o de tela, sino que esa bandera somos todos nosotros “un país” que desea ganar un mundial de futbol para aprender de una vez por todas que la unión y el crecimiento federal depende de cada uno de nosotros.